Tengo un gran gusto por las plantas que probablemente he heredado de mis padres, aunque este gusto no ha implicado un estudio profundo sobre ellas, he de reconocer que los cursos sobre cultivos orgánicos biointensivos y sobre permacultura me han sido de mucha utilidad para el cuidado de estas acompañantes en los espacios de mi vida.
El día de hoy aprendí dos cosas nuevas sobre plantas: La primera es que para que una planta pueda beneficiarse de los nutrientes, es necesaria no solo la presencia de éstos en el suelo, sino un PH (nivel de alcalinidad y acidez de un medio) suficiente, para que puedan ser solubles y luego entonces, ser alimento de ellas.
La segunda es que existen plantas que se alimentan no de minerales sino de microorganismos muertos!!! Esta ha sido una gran lección de un hombre que realmente ama su trabajo y que me dio una cátedra al respecto.
Esto me ha hecho reflexionar el resto del día sobre como este aprendizaje me abría a nuevas lecciones sobre lo que nos sucede a los seres humanos.
Muchos de nosotros nos lanzamos en una búsqueda de crecimiento interior, pero ¿está lo suficientemente equilibrado para podamos “absorberlo” y nutrirnos de el? No me refiero al hecho de lo que estamos tratando de aprender sea bueno o no, sino al hecho de que el suelo en el que sembramos (nuestra mente/corazón) esté abierto para poder convertir esto no solo en algo que ensanche el mar de conocimientos sino que nos nutra, nos haga crecer… nos de mas vida.
Por otra parte, a veces sucede que en esas búsquedas salimos con las manos vacías, casi desilusionados…. Y creo que en muchas ocasiones nos pasa que, al igual que las plantas, no estamos escogiendo el tipo de nutrientes que requiere nuestra alma… y esto es un gran peligro.
Existen varios tipos de desnutrición. La pelagra, es una enfermedad asociada a ella, pero se caracteriza por la falta de proteínas no por inanición (cuyo resultado es el raquitismo). Las personas que lo padecen, no son raquíticos como las personas que hemos visto algunas veces en imágenes de hambre…. Por el contrario, tienen vientres abultados, y la piel hinchada… parecerían “gordos”, pero su piel presenta varios síntomas.
Me he acordado de la pelagra, por que corremos el riesgo de estar desnutridos no por que no intentemos alimentar el alma, sino por no estar teniendo aquello que mas nos hace falta…. Así que hay que reflexionar y consumir para nosotros, no todo lo que se ofrece en el buffet, sino lo que resuene, nos de vida, y como dice una amiga: “haga cantar el corazón”.
